Tema 1.1 Concepto de Literatura Tema 1.2 El lenguaje literario Tema 1.3 Los géneros literarios
Tema 2 Didáctica de la Literatura
Tema 2.1 Competencia lectora y competencia literaria Tema 2.2 La literatura en el currículo escolar Tema 2.3 Actividades didácticas para la formación lecto-literaria en Educación Primaria Tema 2.4 Didáctica del comentario de textos Tema 2.5 La LIJ, su aplicación al aula de Primaria
Tema 3 Historia de la Literatura
Tema 3.1 Etapas, obras y autores de la literatura española Tema 3.2 Estrategias para la selección de textos literarios
Adquirir formación
literaria y conocer la literatura infantil.
II.11
Fomentar la lectura y
animar a escribir.
II.12
Desarrollar y evaluar
contenidos del currículo mediante recursos didácticos apropiados y
promover las competencias correspondientes en los estudiantes.
II.13
Conocer las
orientaciones metodológicas para el acercamiento de los alumnos al texto
literario mediante la animación a la lectura y la producción textual.
II.14
Ser capaz de seleccionar
un conjunto de obras literarias de trabajo a lo largo de todo el curso,
ajustadas al ciclo educativo.
1.Adquirir formación literaria y conocer la literatura infantil
La formación literaria se adquiere, en primer lugar, leyendo literatura. No hace falta leer compulsivamente, pero sí es interesante adquirir el hábito de leer todos o casi todos los días un rato. En nuestra sociedad de la imagen móvil (internet, vídeo, redes sociales), la lectura aporta abstracción y desarrollo de la imaginación.
Además de las lecturas que se hacen durante el curso (8 libros de las diversas épocas), la formación literaria se completa con el desarrollo de los temas teóricos. Primero la vida, después la reflexión. El desarrollo de la historia cultural ha sido pensado por muchos autores desde hace más de 2.000 años. Así se han forjado la historia y la teoría literaria.
Conocer la literatura infantil. La selección de Pedro Cerrillo (Lecturas con certificación de garantía, 2007) puede servir de muestra suficiente.
entrevista de ima sanchís a catherine L’ecuyer, coach y consultora / www.lavanguardia.es / viernes 11 de enero 2013
Tengo 38 años /Soy abogada / Nací en Quebec (Canadá) y vivo en Barcelona, aquí me enamoré y me casé / Tenemos 4 hijos (de 3 a 7 años) / Me dedico a la consultoría de empresas / Deberíamos volver a educar y dejar de inculcar / Soy católica practicante, me convertí con 16 años
La
mente intuitiva es un regalo sagrado y la mente racional es un fiel
sirviente. Hemos creado una sociedad que rinde honores al sirviente y ha
olvidado el regalo, decía Einstein. A lo que L'Ecuyer, en su ensayo Educar en el asombro (Plataforma),
añade: "Matar la imaginación, el asombro y la creatividad de un niño
para inculcarle cuanto antes y contra su naturaleza una actitud
razonable es típico de una sociedad fría, cínica y calculadora. Hacemos a
los niños a nuestra medida. El niño es un adulto pequeñito". Esta
abogada empezó a investigar temas relacionados con la educación cuando
nació su primer hijo, y su blog tiene más de siete mil visitas al mes (http://apegoasombro.blogspot.com.es/).
¿Por qué no llueve hacia arriba?!", me preguntó mi hijo.
Qué tierno.
En realidad no buscaba una respuesta, es la manera que tienen los niños
de admirarse ante una realidad que es pero que podría no haber sido. El
asombro es el motor de la motivación del niño. Chesterton decía...
Las estadísticas sobre hábitos de lectura suelen
constatar que muchos niños que eran lectores dejan de serlo tras pasar
la infancia y no recuperan luego el hábito, que supuestamente tenían.
Esta situación suele ser comentada con desaliento en las reuniones de
interesados en fomentar la lectura entre los jóvenes, sin que nadie sepa
bien cómo afrontarla. Sin embargo, tal como cualquier estudiante de
ciencias aprende pronto, a una solución sólo se llega si el problema se
plantea bien, y el anterior enfoque no es certero.
En primer lugar, probablemente no es cierto que aquellos niños que
leían fueran lectores de verdad. Eso explica que no sean capaces de
apreciar la lectura cuando se hacen mayores. Y eso remite la cuestión a
un punto anterior, el de que muchas malas prácticas educativas,
incluidas tantas actividades de promoción de la lectura, actuaron, en
muchos adultos y en ellos mismos, como un engañoso espejismo. En segundo
lugar, quizás concedemos un valor exagerado a los datos globales sobre
lectura o no-lectura con los que, periódicamente, se nos bombardea. De
hecho, a quienes intentan orientarse con ellos, con facilidad les acaba
ocurriendo lo mismo que al estadístico que se ahogó intentando atravesar
un río de cincuenta centímetros de profundidad media.
ME
gustas cuando callas porque estás como ausente,
y me oyes desde lejos, y mi voz no te toca.
Parece que los ojos se te hubieran volado
y parece que un beso te cerrara la boca.
Como todas
las cosas están llenas de mi alma
emerges de las cosas, llena del alma mía.
Mariposa de sueño, te pareces a mi alma,
y te pareces a la palabra melancolía.
Me gustas
cuando callas y estás como distante.
Y estás como quejándote, mariposa en arrullo.
Y me oyes desde lejos, y mi voz no te alcanza:
déjame que me calle con el silencio tuyo.
Déjame
que te hable también con tu silencio
claro como una lámpara, simple como un anillo.
Eres como la noche, callada y constelada.
Tu silencio es de estrella, tan lejano y sencillo.
Me gustas
cuando callas porque estás como ausente.
Distante y dolorosa como si hubieras muerto.
Una palabra entonces, una sonrisa bastan.
Y estoy alegre, alegre de que no sea cierto.