Temario

Tema 1 La literatura: aspectos generales

Tema 1.1 Concepto de Literatura
Tema 1.2 El lenguaje literario
Tema 1.3 Los géneros literarios

Tema 2 Didáctica de la Literatura

Tema 2.1 Competencia lectora y competencia literaria
Tema 2.2 La literatura en el currículo escolar
Tema 2.3 Actividades didácticas para la formación lecto-literaria en Educación Primaria
Tema 2.4 Didáctica del comentario de textos
Tema 2.5 La LIJ, su aplicación al aula de Primaria

Tema 3 Historia de la Literatura

Tema 3.1 Etapas, obras y autores de la literatura española
Tema 3.2 Estrategias para la selección de textos literarios

domingo, 7 de abril de 2013

Las obras son inventos del autor, no radiografías de la época

Los autores son seres humanos, esto es, racionales y libres, más o menos condicionados por su época, pero no determinados por ella.

En cualquier comunicación normal, el referente puede ser real o imaginario. En cualquier caso, refleja el punto de vista del emisor:

La alteración del referente se multiplica exponencialmente cuando el emisor es un creador, y cuando lo que crea es una fábula, una novela.


novela.
(Del it. novella, noticia, relato novelesco).

1. f. Obra literaria narrativa de cierta extensión.
2. f. Género literario narrativo que, con precedente en la Antigüedad grecolatina, se desarrolla a partir de la Edad Moderna.
3. f. Ficción o mentira en cualquier materia.


Las obras literarias son invenciones, no "reflejos" de la época.

El novelista no es un notario de la realidad, es un creador, un inventor, un fabulador.

Hay novelas verosímiles (El camino de Miguel Delibes), inverosímiles (El Señor de los anillos) y mixtas (Caperucita en Manhattan). Pero todas poseen elementos verosímiles (ideas, conductas, sentimientos humanos...), aunque el marco sea fantástico (Crónicas de Narnia). Difícilmente se leería un texto completamente inverosímil. El lector necesita reconocerse de alguna manera en lo que lee.

 Poética de Aristóteles II, 1: El imitar es connatural al hombre desde niño, y en esto se diferencia de los demás animales, que es inclinadísimo a la imitación, y por ella adquiere las primeras noticias. Lo segundo, todos se complacen con las imitaciones, de lo cual es indicio lo que pasa en los retratos; porque aquellas cosas mismas que miramos en su ser con horror, en sus imágenes al propio las contemplamos con placer, como las figuras de fieras ferocísimas y los cadáveres. El motivo de esto es que el aprender es cosa muy deleitable, no sólo a los filósofos, sino también a los demás, dado que éstos por breve tiempo lo disfrutan. Ello es que por eso se deleitan en mirar los retratos, porque considerándolos, vienen a caer en cuenta y argumentar qué cosa es cada uno, como quien dice: Éste es aquél; que quien no hubiese visto antes el original, no percibiera el deleite por razón de la semejanza, sino por el primor de la obra, o del colorido, o por algún otro accidente de esta especie. Siéndonos, pues, tan connatural la imitación como el canto y la rima (que claro está ser los versos parte de las rimas), desde el principio los más ingeniosos y de mejor talento para estas cosas, adelantando en ellas poco a poco, vinieron a formar la poesía de canciones hechas de repente.
(Traducción de José Goya y Muniain).

La narrativa europea en lenguas modernas nació presentándose como historia, una estrategia para atraer lectores, aunque frecuentemente incluía elementos maravillosos, como un hombre-lobo. Desde el Renacimiento hasta nuestros días el realismo ha sido una estrategia muy usada, lo que no significa que los textos reproduzcan la realidad: son novelas.

Las obras poseen una impronta decisiva de su autor.

Góngora y Quevedo son contemporáneos, y muy diferentes.

Cervantes y Lope de Vega son contemporáneos, y muy distintos.

Lope de Vega, Tirso de Molina y Calderón se ocupan del mismo género, pero sus obras son diversas, y reflejan mundos diversos..

Cada obra de estos escritores nos muestra la identidad de su autor.

El Guzmán de Alfarache (Mateo Alemán) transmite pesimismo; las Novelas ejemplares (Cervantes), optimismo. Son casi contemporáneas. ¿Qué obra refleja mejor la época...?

Esto ocurre en todas las artes: compárense estos cuadros de El Greco y de Velázquez.



El Lazarillo de Tormes es una novela, una invención. ¿Qué aspectos de la época refleja? Para responder a esta pregunta hay que conocer la época, no basta el libro que, además, es una novela.
Leyendo solo el Lazarillo no podemos responder a estas preguntas:

¿Qué niveles y porcentajes hay de pobreza?

¿Qué estratos nobiliarios estaban arruinados? ¿En qué proporción?

¿Cuántos eclesiásticos vivían hipócritamente? ¿En qué proporción?

Necesitaríamos conocer muy bien la época para saber en qué medida el Lazarillo es reflejo de la época.

¿Quién es más representativo, el escudero o Hernán Cortés o Pizarro?
¿El arcipreste o San Ignacio de Loyola?

Las obras literarias nos remiten a su autor y podemos analizarlas literariamente. Cualquier conclusión extraliteraria necesita una demostración extraliteraria.

Podemos estudiar los temas, los puntos de vista, el narrador, la estructura, el lenguaje literario, pero no podemos saber en qué medida refleja una realidad extraliteraria a partir de un texto (solo).

Un crítico del año 2300, ¿sabrá cómo son los colegios ingleses a partir de Harry Potter?

En el Poema de Mío Cid tiene poca presencia la mujer. ¿Eso significa que la mujer está poco presente en la literatura medieval? Sería una conclusión completamente equivocada. La mujer está poco presente en la épica, pero en la lírica y en la narración caballeresca es omnipresente; es más, la Edad Media, desde los trovadores provenzales hasta el estilnovismo italiano pasando por la lírica popular inventa a la mujer como principal sujeto de hermosura y objeto de amor, rompiendo el cierto equilibrio entre hombre y mujer del mundo grecolatino.


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