Temario

Tema 1 La literatura: aspectos generales

Tema 1.1 Concepto de Literatura
Tema 1.2 El lenguaje literario
Tema 1.3 Los géneros literarios

Tema 2 Didáctica de la Literatura

Tema 2.1 Competencia lectora y competencia literaria
Tema 2.2 La literatura en el currículo escolar
Tema 2.3 Actividades didácticas para la formación lecto-literaria en Educación Primaria
Tema 2.4 Didáctica del comentario de textos
Tema 2.5 La LIJ, su aplicación al aula de Primaria

Tema 3 Historia de la Literatura

Tema 3.1 Etapas, obras y autores de la literatura española
Tema 3.2 Estrategias para la selección de textos literarios

miércoles, 12 de diciembre de 2012

Elegía a Ramón Sijé

(En Orihuela, su pueblo y el mío,
se me ha muerto como
del rayo Ramón Sijé,
con quien tanto quería.)


Yo quiero ser llorando el hortelano
de la tierra que ocupas y estercolas,
compañero del alma, tan temprano.

Alimentando lluvias, caracoles
Y órganos mi dolor sin instrumento,
a las desalentadas amapolas

daré tu corazón por alimento.
Tanto dolor se agrupa en mi costado,
que por doler me duele hasta el aliento.

Un manotazo duro, un golpe helado,
un hachazo invisible y homicida,
un empujón brutal te ha derribado.

No hay extensión más grande que mi herida,
lloro mi desventura y sus conjuntos
y siento más tu muerte que mi vida.

Ando sobre rastrojos de difuntos,
y sin calor de nadie y sin consuelo
voy de mi corazón a mis asuntos.

Temprano levantó la muerte el vuelo,
temprano madrugó la madrugada,
temprano estás rodando por el suelo.

No perdono a la muerte enamorada,
no perdono a la vida desatenta,
no perdono a la tierra ni a la nada.

En mis manos levanto una tormenta
de piedras, rayos y hachas estridentes
sedienta de catástrofe y hambrienta

Quiero escarbar la tierra con los dientes,
quiero apartar la tierra parte
a parte a dentelladas secas y calientes.

Quiero minar la tierra hasta encontrarte
y besarte la noble calavera
y desamordazarte y regresarte

Volverás a mi huerto y a mi higuera:
por los altos andamios de mis flores
pajareará tu alma colmenera

de angelicales ceras y labores.
Volverás al arrullo de las rejas
de los enamorados labradores.

Alegrarás la sombra de mis cejas,
y tu sangre se irá a cada lado
disputando tu novia y las abejas.

Tu corazón, ya terciopelo ajado,
llama a un campo de almendras espumosas
mi avariciosa voz de enamorado.

A las aladas almas de las rosas...
de almendro de nata te requiero,
que tenemos que hablar de muchas cosas,
compañero del alma, compañero.


29 de El rayo que me habita

Miguel Hernández

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