Temario

Tema 1 La literatura: aspectos generales

Tema 1.1 Concepto de Literatura
Tema 1.2 El lenguaje literario
Tema 1.3 Los géneros literarios

Tema 2 Didáctica de la Literatura

Tema 2.1 Competencia lectora y competencia literaria
Tema 2.2 La literatura en el currículo escolar
Tema 2.3 Actividades didácticas para la formación lecto-literaria en Educación Primaria
Tema 2.4 Didáctica del comentario de textos
Tema 2.5 La LIJ, su aplicación al aula de Primaria

Tema 3 Historia de la Literatura

Tema 3.1 Etapas, obras y autores de la literatura española
Tema 3.2 Estrategias para la selección de textos literarios

miércoles, 6 de marzo de 2013

Tema 1.3 Los géneros literarios. Épica.

Clasificación de los géneros literarios

Cerrillo, Pedro, Introducción a los estudios literarios, 1998, p. 22.

1. POESÍA

1.1. Épica

a) Cantar de gesta/Epopeya:
b) Poemas épicos cultos:
c) Poemas épicos menores:
           Leyenda
           Balada

d) Géneros épicos en prosa:
     Novela
           Ilusionista (idealista)
           Realista
                 De costumbres
                 Psicológica




a) Cantar de gesta/Epopeya:

Ilíada 

1 Canta, oh diosa, la cólera del Pelida Aquiles; cólera funesta que causó infinitos males a los aqueos y precipitó al Hades muchas almas valerosas de héroes, a quienes hizo presa de perros y pasto de aves—cumplíase la voluntad de Zeus—desde que se separaron disputando el Atrida, rey de hombres, y el divino Aquiles.

Traducción de Luis Segalá y Estalella.
"La Ilíada"... el clásico de clásicos adaptado para niños


Odisea

 1 Háblame, Musa, de aquel varón de multiforme ingenio que, después de destruir la sacra ciudad de Troya, anduvo peregrinando larguísimo tiempo, vio las poblaciones y conoció las costumbres de muchos hombres y padeció en su ánimo gran número de trabajos en su navegación por el Ponto, en cuanto procuraba salvar su vida y la vuelta de sus compañeros a la patria. Mas ni aun así pudo librarlos, como deseaba, y todos perecieron por sus propias locuras. ¡Insensatos! Comiéronse las vacas de Helios, hijo de Hiperión; el cual no permitió que les llegara el día del regreso. ¡Oh diosa, hija de Zeus!, cuéntanos aunque no sea más que una parte de tales cosas.

Traducción de Luis Segalá y Estalella. 
La Odisea contada a los niños






La chanson de Roland

El rey Carlos, nuestro emperador, el Grande, siete años enteros permaneció en España: hasta el mar conquistó la altiva tierra. Ni un solo castillo le resiste ya, ni queda por forzar muralla, ni ciudad, salvo Zaragoza, que está en una montaña. La tiene el rey Marsil, que a Dios no quiere. Sirve a Mahoma y le reza a Apolo. No podrá remediarlo: lo alcanzará el infortunio.

Ciudad seva

Poema de Mío Cid
1

El Cid sale de Vivar para el destierro


Narrador




De los sus ojos tan          fuertemente llorando,


Tornaba la cabeza          y estábalos catando.


Vio puertas abiertas          y postigos sin candados,


Alcándaras vacías,          sin pieles y sin mantos,


Y sin halcones          y sin azores mudados.  5

Suspiró mío Cid          pues tenía muy grandes cuidados.


Habló mío Cid,          bien y tan mesurado:



Cid





-¡Gracias a ti, señor padre,          que estás en alto!


-¡Esto me han vuelto          mis enemigos malos!

Texto modernizado del Cantar de Mio Cid / Timoteo Riaño Rodríguez y Mª. Carmen Gutiérrez Aja, edición didáctica para el proyecto Aula Virtual del Mio Cid 

El Cid contado a los niños

alcándara.
(Del ár. hisp. alkándara, este del ár. clás. kandarah, y este quizá del persa kande rāh 'camino en la jaula del halcón').
1. f. Percha o varal donde se ponían las aves de cetrería o donde se colgaba la ropa.
V.
Real Academia Española © Todos los derechos reservados

 mudar2.
(Del lat. mutāre).
4. tr. Dicho de un ave: Desprenderse de las plumas.




 



b) Poemas épicos cultos:

Eneida

 Canto las terribles armas de Marte y el varón que, huyendo de las riberas de Troya por el rigor de los hados, pisó el primero la Italia y las costas Lavinias. Largo tiempo anduvo errante por tierra y por mar, arrastrado a impulso de los dioses, por el furor de la rencorosa Juno. Mucho padeció en la guerra antes de que lograse edificar la gran ciudad y llevar a sus dioses al Lacio, de donde vienen el linaje latino y los senadores Albanos, y las murallas de la soberbia Roma.
Musa, recuérdame por qué causas, dime por cuál numen agraviado, por cuál ofensa, la reina de los dioses impulsó a un varón insigne por su piedad a arrostrar tantas aventuras, a pasar tantos afanes. ¡Tan grandes iras caben en los celestes pechos!

Traducción de Eugenio de Ochoa.  
La Eneida contada a los niños (escolar)




Canto I


El cual declara el asiento y descripción de la Provincia de Chile y Estado de Arauco, con las costumbres y modos de guerra que los naturales tienen; y asimismo trata en suma la entrada y conquista que los españoles hicieron hasta que Arauco se comenzó a rebelar


   No las damas, amor, no gentilezas


De caballeros canto enamorados;


Ni las muestras, regalos y ternezas


De amorosos afectos y cuidados:


Mas el valor, los hechos, las proezas


De aquellos españoles esforzados,


Que a la cerviz de Arauco, no domada,


Pusieron duro yugo por la espada.

Edición digital basada en la de Madrid, Imprenta Nacional, 1866

c) Poemas épicos menores:

Leyenda

  LA TIERRA DE ALVARGONZÁLEZ
Al poeta Juan Ramón Jiménez
             I
Siendo mozo Alvargonzález,
dueño de mediana hacienda,
que en otras tierras se dice
bienestar y aquí, opulencia,
en la feria de Berlanga
prendóse de una doncella,
y la tomó por mujer
al año de conocerla.
Muy ricas las bodas fueron
y quien las vio las recuerda;
sonadas las tornabodas
que hizo Alvar en su aldea;
hubo gaitas, tamboriles,
flauta, bandurria y vihuela,
fuegos a la valenciana
y danza a la aragonesa.

editor: José Antonio Serrano Segura





Balada


balada.
(Del prov. balada).
1. f. Canción de ritmo lento y de carácter popular, cuyo asunto es generalmente amoroso.
2. f. Composición poética provenzal dividida en estrofas de varia rima que terminan en un mismo verso a manera de estribillo.
3. f. Composición poética, de origen nórdico, en la que se narran con sencillez y melancolía sucesos legendarios o tradicionales.
Real Academia Española © Todos los derechos reservados

 Rafael Alberti:
BALADA DEL QUE NUNCA FUE A GRANADA


«¡Qué lejos por mares, campos y montañas!
Ya otros soles miran mi cabeza cana.
Nunca fui a Granada.Mi cabeza cana, los años perdidos.
Quiero hallar los viejos, borrados caminos.
Nunca vi Granada.
Dadle un ramo verde de luz a mi mano.
Una rienda corta y galope largo.
Nunca entré en Granada.
  

© Instituto Cervantes (España), 2003-2013. Reservados todos los derechos.




d) Géneros épicos en prosa:
Novela
   
     Ilusionista (idealista)

De Galatea no se entiende que aborresciese a Elicio, ni menos que le amase; porque a veces, casi como convencida y obligada a los muchos servicios de Elicio, con algún honesto favor le subía al cielo; y otras veces, sin tener cuenta con esto, de tal manera le desdeñaba que el enamorado pastor la suerte de su estado apenas conoscía. No eran las buenas partes y virtudes de Elicio para aborrecerse, ni la hermosura, gracia y bondad de Galatea para no amarse. Por lo uno, Galatea no desechaba de todo punto a Elicio; por lo otro, Elicio no podía, ni debía, ni quería olvidar a Galatea.
      Realista
                 
              De costumbres




Dos caras, como algunas personas, tiene la parroquia de San Sebastián... mejor será decir la iglesia... dos caras que seguramente son más graciosas que bonitas: con la una mira a los barrios bajos, enfilándolos por la calle de Cañizares; con la otra al señorío mercantil de la Plaza del Ángel. Habréis notado en ambos rostros una fealdad risueña, del más puro Madrid, en quien el carácter arquitectónico y el moral se aúnan maravillosamente. En la cara del Sur campea, sobre una puerta chabacana, la imagen barroca del santo mártir, retorcida, en actitud más bien danzante que religiosa; en la del Norte, desnuda de ornatos, pobre y vulgar, se alza la torre, de la cual podría creerse    que se pone en jarras, soltándole cuatro frescas a la Plaza del Ángel.




Edición digital basada en la edición de Madrid, Est. Tip. de la Viuda e Hijos de Tello, 1897. 



           
             Psicológica

Cuando Gregorio Samsa se despertó una mañana después de un sueño intranquilo, se encontró sobre su cama convertido en un monstruoso insecto. Estaba tumbado sobre su espalda dura, y en forma de caparazón y, al levantar un poco la cabeza veía un vientre abombado, parduzco, dividido por partes duras en forma de arco, sobre cuya protuberancia apenas podía mantenerse el cobertor, a punto ya de resbalar al suelo. Sus muchas patas, ridículamente pequeñas en comparación con el resto de su tamaño, le vibraban desamparadas ante los ojos.
«¿Qué me ha ocurrido?», pensó.




Ciudad seva
















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