Temario

Tema 1 La literatura: aspectos generales

Tema 1.1 Concepto de Literatura
Tema 1.2 El lenguaje literario
Tema 1.3 Los géneros literarios

Tema 2 Didáctica de la Literatura

Tema 2.1 Competencia lectora y competencia literaria
Tema 2.2 La literatura en el currículo escolar
Tema 2.3 Actividades didácticas para la formación lecto-literaria en Educación Primaria
Tema 2.4 Didáctica del comentario de textos
Tema 2.5 La LIJ, su aplicación al aula de Primaria

Tema 3 Historia de la Literatura

Tema 3.1 Etapas, obras y autores de la literatura española
Tema 3.2 Estrategias para la selección de textos literarios

jueves, 29 de noviembre de 2012

Tema 1 La literatura: aspectos generales

Tema 1.2 El lenguaje literario

Si definimos la literatura como "los discursos de la creatividad", vamos a preguntarnos si estos discursos poseen un lenguaje específico.
¿Por qué "discursos de la creatividad"? Contraponemos libertad a necesidad. La necesidad es la supervivencia: nutrirse, descansar (para el individuo), procrear (para la especie). Es el ámbito de los instintos que se encaminan a la supervivencia personal (comer, beber, abrigarse, cobijarse) y social (procrear, educar-adiestrar). Es el mundo de lo inmediato: dame agua, tengo frío, estoy cansado, me gustas...
Pero el ser humano, ya desde niño, necesita lo libre, lo no exigido por lo material: el cuento, la fábula, la historia... Aquí se ubican el cuento y la canción paternos y maternos, el relato animado (dibujos animados) o gráfico (tebeo), que ofrecen la sociedad. Más tarde el niño encontrará en la escuela una literatura nacional (sincrónica y diacrónica), narrada en libros y materiales educativos, que van más allá de la esfera familiar y se instalan en la sociedad.


Bien. Pero la literatura, esos discursos de la libertad, ¿posee un lenguaje específico?

Las primeras manifestaciones literarias de las diversas culturas humanas suelen ser poéticas en lo que a la forma y al lenguaje se refiere. En Grecia la épica (Homero y Hesídodo) está en verso; la lírica (Píndaro, Safo, Arquíloco) está en verso; el teatro (Esquilo, Sófocles, Eurípides, Aristófanes) está en verso. 
En la literatura española los cantares de gesta, las obras de Berceo, del Arcipreste de Hita, el primer teatro (auto de los Reyes Magos), los romances, las jarchas, las cantigas de amigo y de escarnio... están en verso.
El verso es el lenguaje literario por anotonomasia. Tiene que ver con la memoria, porque la escritura siempre es tardía y secundaria. Tiene que ver con la música y la danza.
Una profesora de Historia del arte, ante un poema de Lope de Vega, escribe:
 "Me encantan los villancicos de Lope de Vega, es como si ya tuvieran música sin tenerla…".
Sin ser consciente de ello, esta profesora ha escrito una magnífica definición de poesía, de lenguaje literario: palabra musical.
El ritmo, las rimas (internas o externas), el número de sílabas, la repetición y variación de esquemas forjan un lenguaje musical. Lo cual se observa tanto en composiciones de formato popular:


La más bella niña
De nuestro lugar,
Hoy viuda y sola
Y ayer por casar,
Viendo que sus ojos
A la guerra van,
A su madre dice,
Que escucha su mal:
Dejadme llorar
Orillas del mar.

Pues me distes, madre,
En tan tierna edad
Tan corto el placer,
Tan largo el pesar,
Y me cautivastes
De quien hoy se va
Y lleva las llaves
De mi libertad,
Dejadme llorar
Orillas del mar.


como de formato culto:

Estas que me dictó, rimas sonoras,
Culta sí aunque bucólica Talía,
Oh excelso Conde, en las purpúreas horas
Que es rosas la alba y rosicler el día,
Ahora que de luz tu niebla doras,
Escucha, al son de la zampoña mía,
Si ya los muros no te ven de Huelva
Peinar el viento, fatigar la selva.

Por tanto, ante la pregunta: ¿la literatura posee un lenguaje específico? La respuesta es: en el caso de la poesía, sí.
¿Y en el de la prosa?
Sí, indudablemente, cuando esa poesía está influida por el lenguaje poético. Caso paradigmático es la prosa del poeta Juan Ramón Jiménez en Platero y yo:

Platero es pequeño, peludo, suave; tan blando por fuera, que se diría todo de algodón, que no lleva huesos. Sólo los espejos de azabache de sus ojos son duros cual dos escarabajos de cristal negro.
Lo dejo suelto, y se va al prado, y acaricia tibiamente con su hocico, rozándolas apenas, las florecillas rosas, celestes y gualdas.... Lo llamo dulcemente: "¿Platero?", y viene a mí con un trotecillo alegre que parece que se ríe, en no sé qué cascabeleo ideal....


Otra cuestión es la de la retórica.
En la Grecia antigua la necesidad de defenderse ante un tribunal y de plantear propuestas políticas en las asambleas se desarrolló la retórica: el arte de persuadir, de convencer, de conmover. Es evidente que ese lenguaje se dotó de unos recursos léxicos y sintácticos que no son los del lenguaje común. Así nació la retórica que, a su vez, se trasladó a escritos en prosa que podemos calificar de literarios, porque buscan contar algo bellamente. Así pues, la retórica ha formado parte del lenguaje literario y lo ha diferenciado del lenguaje común.

No hay comentarios:

Publicar un comentario